El gobierno de Japón amplió el cierre de fronteras en el país por la propagación de la variante Ómicron de COVID19.
Hoy en día la variante Ómicron de COVID19 es una cruda realidad que nos ha tocado vivir a todos. La mutación del coronavirus que llegó casi a final del 2021 se ha logrado expandir por todo el mundo; y muchos son los países que han vuelto a establecer restricciones en pro de la bioseguridad de sus habitantes.
Japón fue uno de los territorios que impuso medidas para evitar la propagación de la nueva variante Ómicron de COVID19; y aunque en un principio se manifestó que sólo sería un mes, las autoridades japonesas han anunciado que estas restricciones se prolongarán un poco más.
Cierre de fronteras en Japón hasta febrero
Cuando se registró el primer caso positivo de Ómicron en Japón, el gobierno optó por el cierre de fronteras como medida preventiva para controlar los contagios.
En diciembre del 2020 el sistema sanitario en Japón colapsó cuando diferentes turistas portadores de cepas de COVID19 llegaron al país asiático; lo que ocasionó que Japón entrara en un estado de emergencia y cerrara de forma definitiva sus fronteras.
Como era de esperarse, ante la nueva amenaza de Ómicron, el gobierno de Japón volvió a hacer lo mismo: Prohibir el ingreso de viajeros extranjeros.
No obstante, lo que se creía sería una medida por un mes, terminó siendo un cierre de fronteras que se extenderá hasta febrero.
El Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció la prolongación del cierre fronterizo en Japón hace unos días:
“Los controles fronterizos han ayudado a amortiguar la propagación de la variante Ómicron de COVID19, y nos han dado tiempo para prepararnos para un auge inminente”
Las autoridades optarán por seguir con las restricciones para viajeros al menos hasta finales de febrero. No obstante, aún hay un escaso grupo de extranjeros que pueden entrar a Japón; siempre y cuando cumplan una estricta cuarentena, además de los lineamientos sanitarios pertinentes.
La vacunación de refuerzo contra el COVID19 en Japón
Tal como mencionamos en artículos anteriores, Japón tenía planes de comenzar un proceso de vacunación de refuerzo contra el COVID19 en diciembre.
Esto fue una realidad, y a comienzos del pasado mes de diciembre se dió inicio al proceso de vacunación para la tercera dosis de la vacuna de COVID19; no obstante, al igual que la primera vacunación, esta ha sido sumamente lenta.
Hasta el momento sólo el 0,6% de la población ha recibido la tercera dosis, lo cuál es un gran problema ante el notable aumento de casos positivos de Ómicron en Japón.
Se espera que con la prolongación del cierre de fronteras, Japón pueda aumentar su índice de vacunación y ampliar la capacidad de los hospitales. Para el gobierno japonés Ómicron no es un juego, y lo que menos se quiere es repetir nuevamente los estados de emergencia por el coronavirus.

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