Descubre con nosotros el festival anual del Shichi-go-san, la celebración de noviembre más esperada por los niños de Japón.
Ya hemos hablado sobre lo especial que es el otoño en Japón, y la inmensidad de festivales que tienen lugar en el territorio japonés durante todo el año. Japón es un país lleno de historia, cultura y tradición; el cual lleva muchísimo tiempo siendo un referente de admiración para aficionados de la vida asiática.
Sin lugar a dudas los festivales de Japón han calado en los amantes de la cultura japonesa, y en la forma en que los japoneses se relacionan entre sí. El peso social que poseen los festivales japoneses es relevante; y dichos eventos corresponden a una forma de identificación propia del país asiático.
Hay uno en particular que termina siendo un evento muy especial para los niños: El Shichi-Go-San.
Se trata de un festival anual que funciona como un rito para niños y niñas en Japón; convirtiéndose en uno de los más esperados en esta temporada otoñal.
¿Te gustaría saber más sobre el Shichi-Go-San?
En el artículo de hoy descubriremos algunas de las curiosidades más relevantes sobre este festival de otoño en Japón, y aprenderemos por qué es tan importante para los niños japoneses.
Curiosidades sobre el Shichi-Go-San, el festival de Japón para los niños.
A continuación te presentamos algunas de las curiosidades o datos de interés sobre el festival Shichi-Go-San, la celebración de los niños en Japón.
Una celebración de Noviembre.
El Shichi-Go-San se lleva a cabo todos los 15 de noviembre en Japón, convirtiéndose en una de las celebraciones más populares del otoño en el país asiático.
Una visita a los santuarios.
Durante el Shichi-Go-San, los padres visten a sus hijos de 3, 5 y 7 años con indumentarias tradicionales; para luego ir a los santuarios y templos de su zona a presentar sus agradecimientos a los dioses por permitir que sus hijos sigan creciendo.
Generalmente, suelen organizarse desfiles o banquetes en honor a los niños.
Orígenes en el período Heian.
Durante el periodo Heian se acostumbraba a que los niños llegados a cierta edad realizaran diferentes acciones como una iniciación a una nueva “etapa”. Cuando los niños y niñas cumplían 3 años, empezaban a dejarse el cabello largo; a los 5 años, los niños vestían por primera vez el Hakama; y a los 7 años, las niñas se anudaban por primera vez el Obi.
Con el tiempo, estas iniciaciones para los niños dejaron de llevarse a cabo de forma separada; y en su lugar, se realizó una sola celebración para llevar a cabo el rito de desarrollo para los niños en Japón.
El Chitoseame.
Los niños que participan en el Shichi-go-san reciben el Chitoseame, mejor conocido como “el caramelo de los 1000 años”. Se trata de un caramelo de color rojo y blanco, que es entregado en una pequeña bolsa junto con una grulla y una tortuga; este regalo representa una vida larga y es una forma de asegurarles ante los dioses un sano crecimiento.
El vestuario de los niños para el Shichi-go-san.
En el Shichi-go-san las niñas de 3 y 5 años son vestidas con un kimono tradicional ajustado a los hombros y con un hifu; las de 7 igual, pero incluyen el Obi. Por su parte, los niños usan una chaqueta haori con su emblema familiar, y lo acompañan con un pantalón hakama.

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