La combinación de té verde en polvo y leche es un matcha hecho en el cielo. El sabor suave y cremoso de la leche es el acompañamiento perfecto para el matcha amargo y fragante, razón por la cual el matcha latte se ha convertido en una bebida tan popular.
Tanto es así que esta creación moderna incluso ha inspirado a una tienda de dulces tradicional japonesa a formular una versión comestible de la bebida. La nueva creación de Kamakura Goro se anuncia como un «café con leche matcha que puedes comer», una frase que debería incitar la curiosidad en los amantes del té verde en todas partes.
Los nuevos dulces se llaman O-cha Ippuku, y el sabor matcha es lo suficientemente rico como para satisfacer incluso a los matcha-holics más fervientes. Para aprovechar al máximo el sabor del té, Uji matcha se ha molido con un mortero de piedra antes de agregarlo a la masa. Uji, ubicado en Kioto, es conocido como el mejor lugar para obtener té verde, ya que es famoso por sus hojas de alta calidad con un rico sabor.
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