Todo como lo conocemos ha cambiado radicalmente desde que a comienzos del año 2020, empezó a desarrollarse en la ciudad de Wuhan (China) lo que hoy conocemos como una de las peores enfermedades por las que hemos tenido que pasar como humanidad: La famosa pandemia del coronavirus o el COVID19.
El COVID19 se trata de una nueva enfermedad infecciosa que ha ocasionado una oleada de pánico a nivel mundial. En cada país se han intentado tomar las medidas necesarias para proteger a sus habitantes del contagio y darles seguridad en lo que a las políticas públicas y sanitarias de prevención esta enfermedad se refiere.
El miedo al coronavirus se he expandido de forma exponencial, pues aunque se han hecho grandes esfuerzos por descubrir algunos patrones que permitan erradicar de manera definitiva la enfermedad, estos aún no están del todo completos y necesitan de más pruebas y estudios para el control efectivo de los brotes.
Aunque la situación en el tema de la investigación se ha visto con ciertas dificultades, no ha sido ningún impedimento para que la gran mayoría de expertos en la comunidad científica hagan importantes esfuerzos en la compresión y el estudio de la forma de relación que se tiene con el nuevo virus.
Uno de los aspectos presentes en las hipótesis del quehacer científico en las áreas médicas sobre el coronavirus, tiene que ver con la flexibilidad de las salidas y los encuentros familiares y personales.
Muchas personas han decido tener reuniones y participar en eventos sociales, como por ejemplo asistir a cenas o comidas en restaurantes aunque estemos aún en plena pandemia.
Tomando este escenario como un hecho latente, y validando la idea de que se deben realizar mecanismo de concientización y aprendizaje sobre cómo vivir con el virus, un grupo de científicos de la ciudad de Kobe en Japón han realizado recientemente un nuevo estudio sobre las medidas de prevención que deben tomar las personas al momento de ir a cenas o restaurantes con varias personas.
Este estudio fue realizado por medio de una simulación en la computadora Fugaku (de la cual ya hemos hablado anteriormente) y se tomó el contexto de un grupo de 4 personas sentadas en una mesa de 60 cm hablando.
Los resultados indicaron que:
- Cuando se habla con alguien que se tiene enfrente, 5% de las gotas que exhala llegan al interlocutor y las micro gotas a las personas que están a su lado
- Cuando se habla con alguien que está en diagonal, le llegan 75% menos gotas que si estuviera al frente o a su lado
El grupo de científicos pertenecientes a la Universidad de Kobe y al Centro Riken de Ciencias Computacionales, recomendaron entonces sentarse de forma diagonal uno frente a otro, además de que al momento de estar en la barra de un restaurante no hablar con los comensales de al lado si no existiese una pantalla protectora.
