En el Santuario Toshogu yace Tokugawa Leyasu, quien gobernó a Japón durante 250 años. Fue consagrado como la deidad Tosho Daigonen que representa la luz resplandeciente del este; al principio era un mausoleo pero el nieto de Leyasu lo amplio hasta convertirlo en el santuario que es hoy en dia.

Está conformado por más de doce edificaciones con decoraciones deslumbrantes pero a pesar de esto la sencillez es su carácter principal. Cuando visites estos santuarios te darás cuenta que tienen elementos sintoístas y budistas; esto porque por un tiempo fue común unir ambas religiones, a pesar de que intentaron quitar los elementos budistas fue imposible quitarlos del todo.

Una vez pasees por el bosque, encontraras gran atracción en el diseño de las edificaciones y las tallas de madera que los adornan. Entre los más famoso está el »no veo, no hablo, no escucho» y los Elefantes Sozonozo que son los elefantes imaginados.

Debes pagar tu entrada para ingresar, y una vez lo hagas conseguirás pequeños almacenes donde podrás adquirir souvenirs. En algunas de las edificaciones también debes pagar para entrar.

Para llegar debes dirigirte a la estación de Nikko, tomar el autobús de Seikaiisan Meguri hasta llegar a la parada de Omotesando y caminar 4 minutos en dirección noroeste.

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